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La conquista de la opinión

El camino de Soledad Gallego-Díaz es una hoja de ruta para el periodismo con visión de género.

La periodista Soledad Gallego-Díaz, patrona de porCausa, ha recibido el II Premio Margarita Rivière al rigor periodístico con visión de género, que se concede en memoria de la periodista barcelonesa Margarita Rivière Martí (Barcelona, 1944-2015). El galardón está impulsado y organizado por la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña (ADPC) en el marco de los Premios de Comunicación no Sexista. Este 2016, tiene como objetivo reconocer la excelencia en el trabajo de una periodista que destaca por su rigor, independencia y visión de género, desde que a los 18 años ingresó en la Escuela Oficial de Periodismo, en Madrid.

En la ceremonia, Gallego-Díaz recordó la época en que conoció y trabajó con Margarita Rivière, y destacó el momento en que la barcelonesa puso sobre la mesa “la importancia de que las mujeres lleguen a las secciones de opinión, ya que es allí donde está el poder”.

Es, en ese lugar, en la sección de opinión de El País, donde la periodista invierte su tiempo, donde escribe columnas como El prodigioso camino de las mujeres, en la que destacó que “ninguna transformación desde la muerte de Franco es comprensible sin tener en cuenta el cambio que supuso el reconocimiento de los derechos de las mujeres y su vertiginosa y masiva incorporación a la vida política, económica y social del país”.

Es también, el prodigioso camino de una mujer, su camino vital y periodístico, lo que la ha llevado a alcanzar ese poder.

Soledad Gallego-Díaz comenzó a trabajar a tiempo completo a los 19 años en la Agencia Pyresa, donde aprendió el oficio. Fue despedida por secundar a huelguistas de otras redacciones trabajando en silencio, y pasó a ejercer como periodista en Cuadernos para el Diálogo, donde se hizo cargo de la información política.

Se incorporó a El País pocos meses después de su nacimiento, primero como redactora en la sección de política y después como informadora parlamentaria, lo que le brindó la oportunidad de seguir intensamente la elaboración de la Constitución española y los Estatutos de Autonomía de Cataluña y el País Vasco.

Finalizada la Transición, inició una etapa como corresponsal en el extranjero que la llevó a conocer Bruselas, Londres y París, donde pasó, en total, ocho años.

Todos los trayectos tienen peligrosas marchas atrás y todas las transformaciones sociales exigen una voluntad de proseguir avanzando

Al volver a Madrid, pasó unos meses al frente de un equipo de investigación hasta que Juan Luis Cebrián la nombró subdirectora de la edición dominical y, después, directora adjunta, cargo que desempeñó también con los dos sucesivos directores: Joaquín Estefanía y Jesús Ceberio, durante más de diez años.

Fue nombrada Defensora del lector, volvió al extranjero como corresponsal en Nueva York y, posteriormente, como enviada especial para la Unión Europea.

Su última corresponsalía tuvo lugar en Buenos Aires, donde vivió tres años y medio, antes de volver definitivamente a Madrid y dedicarse exclusivamente a su trabajo como columnista.

Actualmente, publica una columna dominical en El País y colabora en el programa Hoy por Hoy de la SER. Además, es cofundadora e impulsora del medio digital Ctxt.

El camino de las mujeres españolas, como el de Gallego-Díaz, como ella señaló en aquella columna, ha sido prodigioso: “Si se compara lo que tenían que sufrir las mujeres españolas en 1975 y la terrible desprotección legal a la que estaban sometidas, a la que estábamos sometidas, todas las mujeres hasta mediados de los años 80, nadie puede denegar que ha sido un trayecto magnífico”.

Sin embargo, como recordó la periodista al recoger el premio, hay que seguir avanzado. A día de hoy, sigue teniendo sentido el cierre de aquella columna, sigue sin verse el final de aquel camino: “Todos los trayectos tienen peligrosas marchas atrás y todas las transformaciones sociales exigen una voluntad de proseguir avanzando. Si no se consigue erradicar la violencia de las relaciones de los hombres como las mujeres, habrá quedado sin cumplir una de las más importantes”.

Como hemos dicho al arranque de este texto, escribimos esta entrada en el blog no solo por la importancia que para nosotras y nosotros, periodistas de porCausa, tiene este premio, sino por nuestra cercanía a Soledad Gallego-Díaz, como patrona, mentora e inspiradora del trabajo de porCausa.