En 2014, 3.660 menores que habían llegado solos a España fueron tutelados por el Estado. Arribaban desde Marruecos y Argelia, principalmente, pero también desde Siria y el África subsahariana. Lo que pide la organización Save The Children es que, siendo tantos, España debe tener una política migratoria con enfoque de infancia. Y ellos han constatado que no la tiene.

«El CETI de Melilla no es un lugar apropiado» para las niñas y los niños que tienen que pasar allí una estancia junto a sus familias, dijo Almudena Escorial durante la presencia del informe Infancias invisibles en la oficina de Save The Children el 9 de junio.

porCausa realizó una investigación sobre las condiciones de la infancia en Melilla que ha servido de base para la realización de este informe.

Se ha constatado que entre 20 y 60 menores no acompañados viven en la calle en Melilla, fuera del sistema de protección social. No están escolarizados y ponen en peligro su vida intentando cruzar a la península.

«Nadie nos escucha, quiero irme con mi madre que está en Algeciras. Lo que quiero es trabajar, en lo que sea, que me arreglen los papeles, salir de Melilla», decía uno de ellos en una entrevista realizada para este informe.

«Nadie nos escucha, quiero irme con mi madre que está en Algeciras»

Según la Fiscalía General del Estado, 145 bebés, niñas y niños llegaron en 2014 vía patera a España. ¿Qué se sabe de ellos? Nada, porque no se lleva registro.

En la presentación del informe se confrontaron dos fuentes dispares respecto a las mujeres y niñas en riesgo de trata para explotación sexual. Mientras la Policía las cifra en 13.983, las organizaciones calculan que son 45.000. De las 900 que fueron identificadas, solo 17 eran menores de edad. Según Save The Children, esto refleja «la falta de voluntad política para identificarlas».

No existen en España centros específicos para menores víctimas de trata y quedan expuestas a sus explotadores, incluso después de haber sido tuteladas por las Comunidades Autónomas, vuelven a ser captadas.

Los hijos e hijas de las víctimas de trata están en una situación extremadamente vulnerable. «Hay casos en los que los recién nacidos son abandonados en el hospital y otros en los que quedan en manos de las mafias, que los usan para controlar a las madres», indica el informe.

«Son menores según su documentación pero no lo son para el Estado»

De las 14.600 personas solicitantes de asilo en España en 2015, 3.754 eran menores de edad. «El sistema de acogida español no cumple con los estándares europeos y no está preparado para atender las necesidades de las familias», dicen. La oenegé denuncia la falta de formación específica en trato a la infancia del personal administrativo, la no adecuación de las intalaciones por las que pasan niñas y niños y sobre todo la falta de apoyo psicosocial para ellas y ellos.

Andrés Conde, CEO de Save The Children, y la investigadora Almudena Escorial denunciaron que hay un gran problema en relación a la verificación de la edad. Muchos menores llegan con pasaporte oficial de su país que certifica que efectivamente tienen menos de 18 años y, aún así, se les hacen una prueba de verificación de edad con una radiografía del hueso de la muñeca. Es posible que este análilsis diga que la persona es mayor de 18. Pero este método es muy cuestionado por las Naciones Unidas y el Defensor del Pueblo. Niños y niñas que «son menores según su documentación, no lo son para el Estado», dicen los investigadores, por lo que «quedan en un limbo, sin derecho a la educación o a la sanidad».