Los programas electorales de una generación

En un análisis de los cuatro programas electorales para el 26J de los cuatro partidos con más posibilidades de obtener mayor representación parlamentaria no se recogen las peticiones más importantes de la juventud.

Holden Caulfield en El guardián entre el centeno pasa su juventud preguntándose adónde van los patos cuando el lago se hiela. Como Holden, los padres de las nuevas generaciones se preguntan adónde marcharán sus hijos cuando la estación cambie, porque la situación que se prevé sigue siendo la misma.

Las medidas específicas para la juventud de los principales partidos políticos de cara al 26J no han variado respecto a las elecciones del 20D, seis meses atrás. Tomamos como base las peticiones del Consejo de la Juventud de España (CJE) para contrastar los programas.

La inversión en educación

El derecho a la educación pública de calidad es una de las principales demandas de la ciudadanía joven. El CJE pide que se garantice una inversión real en el sistema educativo del 7 por ciento del PIB, y al menos del 3 por ciento destinado a la educación universitaria.

El programa de Unidos Podemos fija el objetivo de alcanzar 15.600 millones de euros en gasto educativo: un 5,6 por ciento del PIB.

Ciudadanos propone el objetivo europeo de invertir el 3 por ciento del PIB en Educación Superior (no se indica la inversión en educación en su conjunto).

El PP se compromete a seguir aumentando los recursos para becas y ayudas al estudio, pero no concreta la inversión en educación.

El PSOE busca alcanzar un suelo común de financiación del 5 por ciento del PIB en dos legislaturas, y aspira a llegar al 7 por ciento a medio plazo.

Continuando en el ámbito de la educación, el CJE reclama el reconocimiento social e institucional de la educación no formal. Si bien ninguno de los partidos se pronuncia al respecto, sí que incluyen en sus políticas educativas medidas que servirían como base.

Más presente está la demanda sobre un Pacto por la Educación, que aparece nombrado directamente en los programas de PP y Ciudadanos. A su vez, en los de PSOE y Unidos Podemos se habla de alcanzar un acuerdo mediante el diálogo con todos los sectores de la comunidad educativa.

De acuerdo en los derechos humanos

Las cuatro fuerzas también se muestran de acuerdo al recoger las propuestas para desarrollar una legislación sobre vivienda que garantice el acceso a ella, fomentar una política de asilo articulada desde los derechos humanos e incrementar las partidas presupuestarias en ayuda al desarrollo con el horizonte del 0’7 por ciento del PIB (a excepción esta última del Partido Popular, que incluye propuestas de ayuda al desarrollo, pero no concreta esta cifra).

Asimismo, todos los programas buscan garantizar la plena integración de las personas con diversidad funcional e impulsar una legislación contra las violencias machistas hacia las mujeres y personas LGTBI, si bien el Partido Popular, respecto a este colectivo, se limita a afirmar que se compromete a “luchar contra cualquier tipo de discriminación por razones de orientación sexual y/o de identidad de género”.

Cabe destacar que estas cinco propuestas en las que se encuentran de acuerdo los cuatro partidos son precisamente las propuestas que más se alejan de las políticas centradas directamente en la juventud.

«Solo el PP hace una referencia directa al Plan de Garantía Juvenil»

Sujeto político joven

Al volver a fijar el foco, el resultado es desafortunado. En cuanto al Plan de Garantía Juvenil, solo el PP hace una referencia directa, mientras que los otros tres partidos incluyen medidas encauzadas en este sentido, pero sin hacer alusión al mismo.

Las propuestas para garantizar el reconocimiento e independencia de los consejos de juventud y crear el Observatorio de la Juventud caen en saco roto. Destinar el 1 por ciento de los Presupuestos Generales del Estado a políticas integrales de juventud y facilitar la gestión íntegra del Diálogo Estructurado por parte del Consejo de la Juventud de España tampoco tienen cabida en los programas.

Por último, el compromiso con la reducción de la edad para votar a partir de los 16 años es otra medida que queda olvidada. Solo el Partido Socialista se compromete a “abrir el debate sobre esta posibilidad” en el marco de la Ponencia para la reforma de la Ley del Régimen Electoral General.

De este modo, son los jóvenes mayores de edad los que se pueden ver representados, o no, en los cuatro programas políticos y decidir, ante las dudas de Holden Caulfield, si los patos se van cuando el lago se hiela.

Radiografía de la noticia

Actualización 24 de junio, 11h: Rectificamos un matiz. Originalmente el artículo decía que los partidos proponen incrementar las partidas presupuestarias de ayuda a la cooperación hasta un 0,7 por ciento del PIB. Esa cantidad es la que se propone para un futuro a medio plazo pero no en la inminente nueva legislatura.