Los técnicos del control de luces y sonido del bello bunker-auditorio del CaixaForum contaban las veces que a alguien se le olvidaba un «ni». Y es que a veces da miedo a pasarse y otras a quedarse corta. Porque, a ver, ¿los jóvenes ni trabajan? Pues a veces sí, pero el problema es que algunos —ese escalofriante 21,3 por ciento— trabajan y son pobres. Y otras veces estudian, sí, pero a qué precio: trabajar en un McDonald’s los findes, reducir el número de asignaturas para poder pagar la matrícula, renunciar a másteres, posgrados y doctorados…

Lo de los Nini viene a ser algo parecido a los mileuristas, que hace diez años mos parecía un escándalo y ahora quién los pillara. Pues el único «ni» que se acerca más a la realidad es el último, el que nos hemos inventado pero no por nada, sino porque se lo hemos escuchado: «ni nos dejan hacerlo». Hacerlo, entendemos, en condiciones justas, en condiciones dignas.

El pasado 17 de marzo, porCausa junto al Consejo de la Juventud de España y la colaboración especial de la Obra Social ‘la Caixa’, realizamos un encuentro particular, donde los jóvenes hablaban y los políticos escuchaban. «¿Qué sientes cuando te llaman ‘nini’? ¿Qué sientes, tú, eterno becario que llevas año tras año enlazando unas prácticas con otras? ¿Cómo vives la emigración cuando no te queda otra opción? ¿Y trabajar sin llegar a fin de mes? Estas fueron algunas de las muchas preguntas que Desi, Almudena, Bruno y Diego respondieron en un debate moderado por la periodista de Cadena Ser, Pilar Velasco», escribe Yuly Jara en su crónica. «Yo quiero trabajar para poder estudiar», contestó Almudena, de 19 años. «Tengo tres trabajos, estudio Periodismo y no llego a mil euros al mes», recoge Carlota E. Ramírez la afirmación, «con rabia», de Diego, de 23 años, en su artículo para El Huffington Post. A Diego ya le conocéis, es uno de los dos protagonistas del reportaje «Vivir de las posibilidades», una doble entrevista realizada por Natalia Catalán y José Luis Rodríguez-Marín, firmante este de varios de los porCausa Análisis del proyecto Sueños Rotos. ¿Cómo véis vuestro futuro laboral?, preguntaban Natalia y José Luis. «Jodido», contestaba Diego. «He elegido una carrera mal elegida, el periodismo no va a ninguna parte. La mayoría de la gente que conozco que está trabajando está enchufada».Su compañera de reportaje, Elsa, está estudiando Nutrición en Londres. «Sé que voy a tener problemas de trabajo si vuelvo a España», respondía ella. «Algunas compañeras de la carrera no están encontrando trabajo… Mi carrera no está valorada». «Mi generación no ha sido capaz de garantizar un mínimo a las generaciones siguientes« dijo nuestra patrona, la periodista Soledad Gallego-Díaz, en su presentación al acto. La sinceridad de sus palabras nos dejó con un presentimiento raro en el cuerpo. Allí se iban a decir, como ya habíamos adelantado a la prensa, «verdades como puños». O como los puñetazos en la cara del patriarcado que lanzan nuestras, desde ya, raperas favoritas en la oficina de porCausa, La IRA. «Futuro precario, descendendia obligatoria«… rapean… «lo que llamas natural, se llama patriarcado». Y con esta maravilla de himno feminista empoderante que es «En la boca del lobo» mandamos a los asistentes a sus casas tras nuestro akelarre. Que quede aquí, como confesión, que deseábamos contar con el verso bollero, feminista y antipatriarcal de Griotte Wuornos pero no pudo ser y fue ella quien nos puso tras la pista de La IRA. Otra vez será. Echemos un ojo a Twitter, busquemos reaccciones:

Y los políticos, allá abajo, en las primeras filas, escucharon. La mayoría recogieron el micro también y, ahí, lo que dijeran, nunca sabremos cuán mediatizado está por su figura pública y cuánto por lo que acababan de oír. Tampoco pretendíamos encontrar respuestas o arreglar España en una tarde. Tan solo que los jóvenes, estos cuatro en concreto, con sus voces sin temblor y sus palabras contundentes, fueran escuchados. Ignacio Urquizu (PSOE) les dijo que ser joven nunca ha sido fácil ni para su generación ni para la de ahora y que la universidad española debe regenerarse. Irene Lozano (PSOE, ex UPyD) aseguró que con la crisis las desigualdades habían aumentado. Muy bien apuntado, ahí está el porCausa Análisis de consecuencias económicas que lo demuestran [PDF]. Francisco Igea (Ciudadanos) nos recordó que los hijos viven peor que los padres. Miguel Vila (Podemos) pronunció un inevitable entrecomillado: «un país del que sus jóvenes se tienen que ir es un país enfermo». Gonzalo Peña (Cambia Logroño) explicó con un dato aquello que decíamos al principio, Los Ninis se acuñaron cuando no eran más que un 1,7 por ciento. Y ahora es la norma. Tenemos un 46,6 por ciento de paro juvenil.

La intervención de Jorge Galindo, de Politikón, fue muy comentada en las redes sociales y en los grupos de whatsapp. Escribió el asistente Ángel de Mora-Losana: «El debate tuvo un mensaje muy claro por parte de los cuatro participantes a la pregunta realizada por Jorge Galindo, investigador en el Departamento de Sociología de la Universidad de Ginebra: ‘¿Qué le pedís a los políticos?‘. Contestaron: ‘Les pedimos educación y trabajo. Una educación mejor que nos abra las posibilidades de trabajar y de ser nosotros mismos».

Aquella noche, Gumersindo Lafuente, codirector de porCausa, publicaba su columna semanal en eldiario.es bajo el título «La ira». «Y así estamos, entre la ira por lo que ya sabemos que no funciona y la tristeza por lo que no acaba de arrancar», escribía. Y finalizaba con el siguiente colofón: «Señores ministros, diputados, concejales, jueces, fiscales, empresarios, curas, machistas… tengan cuidado, un empujón más y lograrán que la paciencia se convierta en ira, y entonces ya veremos».

 


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