“Me pilla en un momento en el que todo esto lo veo con mayor claridad”, dijo Iñaki Gabilondo a un grupo de inversores reunidos por la fundación porCausa el pasado 31 de mayo.
El momento lo propicia la serie de programas que ha grabado Gabilondo para el canal Movistar+ titulada “Cuando ya no esté” y que se está emitiendo actualmente. El periodista se pregunta cómo será el mundo dentro de 25 años. Para obtener respuestas, viaja a Alemania donde el físico J. I. Cirac le explica qué pasará con los ordenadores cuánticos. Va a la Universidad de Columbia para hablar con el profesor que está preparando el mapa del cerebro. Entrevista a Alan Weisman sobre la natalidad en el futuro. Conoce a Nicholas Negroponte en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y el cofundador del MIT Media Lab le da una respuesta clave que impacta a Gabilondo.
“Negroponte, el visionario más destacado del mundo, el más enamorado de las filigranas tecnológicas, el que más confianza tiene en las aportaciones de la tecnología, contestó a la última pregunta de mi entrevista, cómo será el mundo dentro de 25 años cuando yo ya no esté, con un ‘si existe’”.
“Como no tengamos cuidado —dijo Gabilondo— vamos a mandar todo esto a pique”.
Para este curtido periodista hay un plano en el que la “juguetería tecnológica” nos anuncia grandes novedades pero hay otro nivel, en paralelo, de “extraordinarias preocupaciones” que suceden al mismo tiempo.
“La población crece de manera tremenda mientras los recursos naturales disminuyen”, dice Gabilondo. “El cambio climático es una amenaza, la desigualdad es una bomba atómica y quien no la valore por razones de conciencia cívica la debe valorar por instinto defensivo, por preocupación, porque va a llevarse todo esto por delante”.
Todo esto. Todo esto es el mundo que conocemos y del que somos responsables. “El ser humano tiene que ser consciente de la importancia de las decisiones que toma porque afectan al medio ambiente, a la naturaleza, al equilibrio de las sociedades y a la justicia”. No controlar estas decisiones pondrá, advirtió el periodista, en peligro nuestro futuro.