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Fotografía: Gabriel Pecot

 

Rabia, dolor y esperanza. Son algunos de los sentimientos que despierta, en quien la sufre, la pobreza silenciosa, cotidiana, de gente que vive cerca de nosotros, pero que nos es casi invisible. Esa discreta tragedia fue la protagonista de la conferencia La vida secreta de los nuevos pobres españoles, celebrada dentro de la programación del Foro de Shaping Davos de Madrid, y organizada por la Fundación porCausa y GlobalShapers Madrid.

El evento, moderado por Montserrat Domínguez, directora del Huffington Post en España, contó con la participación del investigador Gonzalo Fanjul, el cineasta Santiago Zannou, el periodista Gumersindo Lafuente y, sobre todo, con la presencia de tres víctimas directas de la crisis: Elsa Carmona, desempleada, miembro de la asamblea de parados de Fontarrón (Madrid) y protagonista del documental No Job Land  y dos jóvenes luchadores de Vallecas: Daniel Gómez, estudiante, que sueña con cursar un grado superior de anatomía patológica, y Daniel Palomeque, electricista de 21 años.

Los dos Danieles aseguraron no tener las mismas oportunidades que otros jóvenes por vivir en el barrio en el que han nacido. Explicaron su precaria situación laboral, su escasa confianza en la política, sus ganas de “vivir en libertad” y su escasez de dinero para educación, sanidad u otras necesidades básicas. Denunciaron que el Estado les “ha dado la espalda”, por eso, aseguró Palomeque, algunos amigos “se han visto obligados a irse fuera para conseguir una vida”. Son jóvenes que ya conocen muy de cerca el significado de la pobreza, que no han tenido nunca estabilidad laboral y que apenas logran, simultaneando trabajos precarios, ganar 500 euros al mes. Y, por supuesto, que aún viven con sus padres.

Durante el encuentro se proyectó el documental No Job Land, realizado por Gabriel Pecot, Olmo Calvo y Eva Filgueira, que retrata la vida de varias familias españolas que sufren el paro de larga duración. Una de las protagonistas del vídeo, Elsa Carmona, recordó que “llega un día en el que te das cuenta que hay más gente como tú, que sufre por no tener comida, agua, luz, etc. En esos momentos es cuando aparece la solidaridad de los que viven en tus mismas circunstancias”. Para Carmona, al igual para Gómez y Palomeque, es necesario que los ciudadanos se unan porque “hacer grupo es hacer fuerza”. Los tres protagonistas aseguraban que “la vida se cambia de abajo hacia arriba” y que solo “la ayuda entre iguales” hará que vivamos con menos pobreza y menos desigualdad.

El cineasta Santiago Zannou, en su intervención, señaló que “esa realidad [de escasez] duele pero existe”. Zannou, que vivió la pobreza en primera persona desde que era un niño, denunció que esta situación  es invisible para algunos medios de comunicación y políticos y eso dificulta que la gente conozca bien la existencia de la pobreza en España. “¿Recuerdan [preguntó en ese momento Gonzalo Fanjul] las carcajadas de la bancada del Partido Popular cuando el líder del PSOE les preguntó en el Congreso hace unos meses por pobreza infantil?”.

Zannou cerró el encuentro haciendo un llamamiento a la sensibilización de toda la sociedad y lanzó una propuesta a los dirigentes: “En puestos de poder hace falta gente que haya sufrido la exclusión social”.