LA EXPANSIÓN Y EXTENSIÓN DE LA “FRANQUICIA ANTIMIGRACIÓN”, UNA PELIGROSA REALIDAD ANTE LAS ELECCIONES DEL PARLAMENTO EUROPEO

Fórmulas de populismos y xenofobias de EE.UU a España que asolan Europa

  • Se trata de una red de personas e instituciones que funciona como una gran franquicia en distintos mercados, España incluida. Y aunque se permiten ciertas “adaptaciones”, se repiten estrategias, objetivos, y discursos casi copiados en un mensaje que está calando: se estima que los partidos antimigración podrían obtener hasta un 25% de los 705 escaños del Parlamento Europeo.
  • La antimigración se convierte en un reclamo electoral basado en argumentos económicos, identitarios y razonamientos securitarios.
  • España, Italia y Países Bajos se presentan en el informe como ejemplos de países donde la Franquicia opera con distinto grado de penetración en sus instituciones políticas.

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Madrid, 9 de abril de 2019. A unas semanas de las elecciones del Parlamento Europeo, la Fundación porCausa presente el estudio La Franquicia Antimigración: cómo se expande el populismo xenófobo en Europa. En él se constata cómo el empuje del populismo antimigratorio es un movimiento organizado y totalmente estructurado. Su objetivo: asentar su poder en el contexto de las elecciones europeas y consolidar un potente grupo político que desafíe la actual gobernanza europea.

Según se desarrolla en el documento, la Franquicia Antimigración recibe el impulso de un entramado de ideólogos como Steve Banon, referente del populismo moderno o Rafael Bardají, en España -ligado a FAES durante años y miembro del Comité Nacional de VOX-, financiadores y organizaciones que promueven una lógica política consistente, el uso táctico de las redes y una estrategia coordinada para llegar al poder.

Esta red de personas e instituciones funcionaría como una gran franquicia que penetra en distintos mercados, España incluída, para “​colocar el producto​” (Steve Bannon). Y aunque se permiten ciertas “adaptaciones” al cliente local (partidos políticos), se repiten estrategias, objetivos, y discursos casi copiados en un mensaje que está calando: se estima que los partidos antimigración podrían obtener hasta un 25% de los 705 escaños del Parlamento Europeo.

Antimigración, islamofobia, retórica nacionalista y populismo como señas de identidad

Todos los argumentos utilizados para vender su producto buscan crear una sensación de excepcionalidad y amenaza, que justifican medidas igualmente excepcionales, legitiman el incumplimiento de las obligaciones legales e internacionales, normalizan la impunidad de los incumplidores y banalizan los derechos de los migrantes. El nacionalismo es uno de los distintivos de la Franquicia. Tras la elección de Donald Trump y el referéndum Brexit en 2016, ha sido el combustible de los nuevos populismos xenófobos. Representados por líderes fuertes, los partidos tradicionales apenas saben cómo reaccionar antes de ser aplastados por su narrativa ya dominante.

En este escenario, el cierre de fronteras y el repliegue nacionalista protegería al pueblo frente al caos y a un enemigo que se encarna en el exterior en las personas migrantes, la gobernanza internacional o el multilateralismo. En el interior el mal a “batir” es el pluralismo, representado por los partidos tradicionales, la sociedad civil, los medios de comunicación independientes o las minorías.

La narrativa negativa y hegemónica sobre los migrantes sirve para apuntalar el miedo, la inseguridad y una sensación de excepcionalidad. El objetivo es garantizar el control de las «fronteras nacionales» (del Estado-Nación) como una salvaguardia contra los flujos de población, la influencia extranjera, la globalización, el multilateralismo y la gobernanza internacional.

La antimigración se convierte en un reclamo electoral basado en tres grandes máximas:  

  1. El argumento económico (la inmigración vista solo como una carga para el sistema), negando cualquier aspecto positivo. Es el más débil de todos si tenemos en cuenta las oportunidades y riqueza que puede aportar la migración al sistema. Argumentos que apoyan la migración: aumento de la fuerza laboral, solucionar el déficit de mano de obra en sectores de la economía en rápido crecimiento o en declive, mayor recaudación fiscal, mayores contribuciones sociales para el futuro de las pensiones, más población en edad de trabajar, mayor consumo, mayor diversidad, riqueza cultural, etc. son silenciados y reemplazados por las letanías y bulos sobre el supuesto abuso de los migrantes a los servicios sociales (salud, vivienda, subsidios, guarderías, etc.) o la usurpación de empleos a los ciudadanos nacionales

 

  1. Los argumentos identitarios y culturales, mucho más peligrosos, puesto que nacen de la retórica emocional y de la victimización. Son dogmas sin una base científica en los que se alega una supuesta incompatibilidad cultural, una amenaza a los valores e identidad tribales.

 

  1. Razonamientos securitarios, también susceptibles de manipulación y sin base científica. Buscan crear una sensación de excepcionalidad y amenaza que sirve para justificar los medios para resolverlo. Ellos garantizan el orden frente al caos. En este campo, los franquiciados difieren profundamente o no proponen ninguna solución para mejorar la gestión de la migración legal. Prefieren permanecer en el marco estrecho de la Europa Fortaleza (cierre de fronteras, externalización del control de la migración, etc.) sin ninguna otra solución a medio y largo plazo. En esta falsa alerta de seguridad, los derechos de los migrantes podrían convertirse en un obstáculo para mantener “la efectividad de las fronteras nacionales” y se podría legitimar el incumplimiento de las obligaciones internacionales y la impunidad de los incumplidores.

 

Retórica y tecnologías digitales

Las herramientas que utiliza la Franquicia se basan, además de ese apoyo internacional de la red, en dos potentes herramientas.

  1.  Uso de redes y comunicación digital: difusión de noticias falsas, manipulación de la verdad, desprestigio de los medios tradicionales y uso de plataformas digitales. La Franquicia aprovecha que el modelo de negocio tanto de unos como de otros se basa en la economía de la atención. En el entorno comunicativo actual, dominado por plataformas como Facebook, YouTube y Twitter, la abundancia de información convierte a la atención en el bien más escaso y, por tanto, más preciado. Desarrollan estrategias de ‘trolleo’, es decir, llamar la atención mediante afirmaciones escandalosas para situar el debate en su terreno, convirtiéndose permanentemente en el tema de conversación. Así, intoxican a la opinión pública e impiden que la atención y el debate se centren en la resolución de las causas de desigualdad que provocan la indignación popular.

 

  1. Discurso del odio. El «discurso anti» logra unir partidos y movimientos potencialmente antagónicos. Su potencial no es creativo sino obstructivo o disruptivo. Esta ruptura de consensos en torno a los derechos humanos fundamentales se recubre de una supuesta defensa de la libertad de expresión y una batalla contra lo políticamente correcto. Desde el punto de vista de la Franquicia, los valores y el lenguaje progresista/liberal, que defiende a colectivos como las mujeres, los racializados, las personas con diversidad sexual, etc., les excluye y oprime. Por eso, abordan estas cuestiones con una estrategia polarizadora. Utilizan provocaciones calculadas que sirvan de imán para los votos, en temas que movilizan a diferentes grupos de votantes (defensores de la caza, armas, detractores del feminismo o el ecologismo, etc.) y luego los conectan entre sí a través de las tecnologías digitales y las redes sociales.

 

España, Países Bajos e Italia, como casos de estudio. La adaptación del discurso

El informe de porCausa presenta además cómo la Franquicia se origina y evoluciona en España, Países Bajos e Italia y analiza detalladamente sus partidos (organización, liderazgo, comunicación, alianzas, posicionamientos etc), de manera que se puedan comparar las coincidencias y variaciones de la Franquicia.

En este punto es importante entender que a pesar de unas grandes líneas seguidas por los “franquiciados”, el sistema se adapta para responder a las diferencias históricas, culturales y geográficas de cada partido. Por ejemplo, en los países de Europa del Este (marcados por la ocupación y/o colaboración nazi, y más tarde por el régimen soviético) el discurso irredentista, anticomunista, antisemita y anti-romaní está más presente que el anti-musulmán, pero la islamofobia es un eficaz agitador del miedo, aunque la población de esta religión sea muy reducida.

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Sin embargo, en Europa occidental, estos partidos abandonaron el elemento antisemita para concentrarse en el anti-musulmán. Por ejemplo, en los Países Bajos, los franquiciados (PVV y FVD) no cuestionan las libertades y los derechos adquiridos en una sociedad con larga tradición democrática. En Italia, en cambio, el nacionalismo es tan reciente como el liderazgo de Salvini, quien hace solo unos años gritaba «Roma ladrona» desde su postura secesionista de Padania, y hoy en día une a dos italias antes irreconciliables. En el caso de España, VOX irrumpe en una sociedad fuertemente polarizada por el “procés” catalán y lo hace con una retórica ultranacionalista.

La postura en torno a la religión no es fija y va en función de la historia particular del país. Del mismo modo, el PVV no reclama la adhesión a principios religiosos por la tradición laica de los Países Bajos, mientras que VOX tiene claros lazos con organizaciones ultracatólicas y defiende abiertamente las tradiciones religiosas. Mientras que esta cuestión es variable para los franquiciados, lo que sí permanece como una constante es el rechazo al Islam. Así, la retórica se construye en torno a la necesidad de una ‘Cruzada’ contra el invasor islámico. La religión es, en la Franquicia, un conjunto de valores culturales. En palabras de Steve Bannon, se trata de ‘defender los valores judeo-cristianos de Occidente’.

 

Datos prácticos

  • Título: La Franquicia antimigración: cómo se expande el populismo xenófobo en Europa
  • Dirección y Coordinación: Pedro Fernández de Castro y Ana González-Páramo
  • Autores: Pedro Fernández de Castro, Ana González-Páramo, Gonzalo Fanjul, Daniel Calderón, Inés García, Ignacio Guerra, Daniel Haba, Álvaro Hervás, Beatriz Jiménez, Javier Jennings y Violeta Velasco