Con los datos de la Encuesta de Población Activa del último trimestre de 2015, podemos colorear un mapa del paro juvenil de España en el que la temperatura sube en el sur, con un 55,44 por ciento de paro en Andalucía, y se enfría en el norte, con un 32,35 por ciento de jóvenes menores de 25 en desempleo.
Además de este reparto por autonomías, que refleja el mapa que acompaña este texto, la mala noticia es que aunque el paro baja en general, en realidad el desempleo subió para los jóvenes entre 25 y 29 años durante la última legislatura.
Apenas se percibe una mínima mejoría para la juventud que busca empleo. La tasa de paro nacional para menores de 25 años pasó del 51,80 por ciento en el último trimestre de 2014 al 46,24 por ciento un año después.
Para los más mayores de entre los jóvenes (aquellos entre 25 y 29 años), el paro bajó del 29,77 por ciento al 27,57 por ciento en el mismo periodo. Pese a esto, el número de trabajadores de 16 a 29 años solo ha crecido en el último año en cerca de 7.700.
En un viaje en el tiempo, retrocediendo cuatro años, vemos que nos seguimos moviendo en cifras muy similares. En 2011, teníamos 48,14 por ciento de paro para menores de 25 y 27,29 para los de la franja de 25 a 29 años. Transcurrida una legislatura, la situación se mantiene enrocada en materia de desempleo para la juventud, empeorando incluso en la franja 25-29, donde la tasa de paro ha crecido cerca de 0,3 puntos.
Otro salto hacia atrás en la máquina del tiempo y, situados en el año 2007, poco antes del comienzo de la crisis, vemos que las diferencias siguen siendo muy amplias: en el último trimestre de ese año la tasa de paro para menores de 25 era del 18,66 por ciento, siendo del 9,82 por ciento para los jóvenes de 25 a 29 años. En estos ocho años, además, hay aproximadamente 2,4 millones menos de trabajadores jóvenes de 16 a 29 años.
Crece la temporalidad entre la juventud
En lo relativo al tipo de jornada, también ha habido unos cambios mínimos durante 2015. En el último trimestre se sumaron cerca de 35.000 jóvenes más, de 16 a 29 años, al contrato a jornada completa respecto del mismo periodo de 2014. Este aumento coincide con un descenso de la jornada parcial, con cerca de 27.000 jóvenes menos en esta situación durante el último año.
La temporalidad para los jóvenes, sin embargo, ha aumentado en los últimos 12 meses, con más personas trabajando en esta situación que los que lo hacen de forma indefinida. En concreto, entre el último trimestre de 2014 y el último de 2015 hay 68.000 contratos temporales más. Frente a ello, aproximadamente 60.000 jóvenes menos trabajan de forma indefinida.
Si en el último trimestre de 2014 había 100.000 jóvenes más trabajando temporalmente que de forma indefinida, el cierre de 2015 deja la diferencia en 125.000.
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