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Foto: Ekaitz Cancela

 

Son las 9:30 de la mañana en Huesca y comienza la primera ponencia: «Mujeres periodistas y líderes de opinión. La brecha de la visibilidad». La sala no está llena y mucho menos tiene la audiencia que inunda el Congreso horas después. Viriginia Pérez Alonso, Pilar Velasco y Marilín Gonzalo (no creo que haga falta citar su presencia en los medios) conversan más por sentido común que por feminismo.

¿Por qué una mesa para mujeres -ahí, apartada a primera hora de la mañana- y no una mayor presencia femenina en todo el Congreso?, parece decir el ambiente un día después de haber escuchado a cinco ponentes, en masculino, debatir sobre quién influye en la agenda.

La desigualdad de género se da de forma general ya que afecta a toda la sociedad. También a los hombres, «a quienes hay que convencer para que se impliquen».  La charla, tan corta como lúcida, fue la proyección de un problema que nos retrata como sociedad. Una sociedad desarrollada en la que cuatro de las cabeceras de periódico más importantes del país nunca han tenido a una directora entre sus filas.

El dato no sólo es clave para evidenciar la desigualdad, sino para demostrar que la repetición insistente de la realidad hace visible lo invisible. No hubo duda en la sala de Congresos de que este es un tema que más allá de estar en la agenda constantemente, debe de ser más transversal y ser enfocada desde todos los medios de comunicación. Son los y las periodistas, coinciden las ponentes, los que tenemos que colocar el tema en nuestras noticias. Pero, ¿de qué hablamos?.

Hay conductas incorrectas que van más allá del machista tradicional, ese busto con un discurso radical que parece imperar cuando le ponemos cara a la desigualdad de género. Esta se produce a diario, en lo privado, en lo público y pasan delante de nuestros ojos sin que nos demos cuenta. Son lo que certeramente ha identificado como «micromachismos», y su reflejo en esta sociedad es tan evidente como artículos recoge este blog. «Contarlo es denunciarlo: cambiarlo», afirman las Velasco, Gonzalo y Pérez Alonso que ponen voz a una mayoría que hace tiempo dejo de ser silenciosa.

El Congreso de Huesca ha contado también con la presencia de mujeres influyentes en el mundo de la comunicación, como no podía ser de otra manera. Las directoras de sus respectivos proyectos, Lucila Rodríguez-Alarcón o Delia Rodríguez, son sólo la punta del iceberg del potencial femenino que esconde este maravilloso mundo que es el periodismo, al que aún le queda mucho recorrido para ser más bello.

Desde porCausa queremos situar la desigualdad en el foco mediático, así como generar un debate público e informado.