«Tenía 11 años cuando me vendieron. Un día vino un hombre a mi aldea. Me dijo que me daría trabajo si me iba con él. Ese hombre me vendió a un burdel en la India». Es el relato de cómo Phulsani se convirtió en víctima de la trata de personas cuando todavía era una niña. Como ella, 21 millones de personas en todo el mundo viven atrapadas por los grilletes de un negocio que mueve más de 30.000 millones de euros cada año. La campaña Sácalos del mercado, de la oenegé internacional Ayuda en Acción, da voz a mujeres víctimas de este problema global con el objetivo de proteger a miles de menores de estas redes criminales, así como de devolver a las víctimas la oportunidad de hacer una vida libre de cualquier explotación.

La infancia de 7 millones de niños y niñas está hoy en día secuestrada por las redes de trata. Es un tercio del total de víctimas a nivel mundial. Las proporciones son aún más estremecedoras si ponemos el foco en ciertas regiones del mundo. En el Pacífico y la zona sur y este del continente asiático los menores suman un 36% del total de víctimas. En África y Oriente Medio, son el 62%. Además, esta flagrante violación de los derechos humanos tiene con frecuencia rostro de mujer: de todos estos menores, dos de cada tres son niñas.

La de Phulsani es la historia de las entre 10.000 y 15.000 mujeres y niñas nepalíes que cada año caen en las redes de trata de personas. Muchas acaban en burdeles de diferentes ciudades indias, donde son explotadas sexualmente: «Me obligaban a acostarme con tres clientes al día. Si me negaba, me maltrataban», relata la joven. Pero la explotación sexual no es el único fin para el cual los traficantes de personas engañan o directamente secuestran a sus víctimas: entre ellos también se encuentran la explotación laboral, el tráfico de órganos, la mendicidad, los matrimonios forzosos, la venta de bebés, etcétera.

La pobreza, las desigualdades y la violencia como caldo de cultivo de la trata

Tal y como señala la campaña de esta organización de cooperación para el desarrollo, los contextos de pobreza y exclusión, así como la ausencia de oportunidades, los conflictos o las situaciones de emergencia son terreno fértil para el florecimiento de estas redes criminales.

Países donde la población vive coyunturas especialmente difíciles, como Nepal, donde una cuarta parte de esta vive bajo el umbral de la pobreza y los terremotos de 2015 dejaron huérfanos a 320.000 niños, se han convertido en un importante nicho de mercado para este negocio cruel e inhumano.

Las complicadas circunstancias del país han motivado a Ayuda en Acción, que desde 1984 trabaja allí en colaboración con la organización local Maiti Nepal, a darles rostro y nombre a las víctimas de la trata a través de las historias de mujeres nepalíes rescatadas del infierno de la explotación en India o Arabia Saudí y que hoy trabajan en la frontera indo-nepalí para detectar posibles casos. Solo en 2015 han interceptado a 4.000 mujeres y niñas.

Los más vulnerables, especialmente mujeres y menores, son el objetivo predilecto de los traficantes. «Me quedé viuda cuando mi hija tenía seis días. Mis suegros me maltrataban y me tuve que ir», cuenta entre lágrimas Purnima, víctima de trata a los 27 años. «Es muy difícil como mujer vivir si no tienes un marido, todo el mundo te discrimina y te odia. Una amiga me ofreció trabajo en la India. Me dijo que ganaría mucho dinero si me iba con ella».

España, en el top 5 de procedencia de traficantes

Ayuda en Acción recuerda que el Estado español es uno de los principales países tanto de destino como de tránsito de las víctimas de trata en Europa. Nuestro país tiene el deplorable mérito de estar entre los cinco países europeos de los que procede el mayor número de traficantes de Europa. El negocio es cuantioso, alrededor de cinco millones de euros al día. Al día. El precio: unas 45.000 mujeres y niñas víctimas de trata en territorio español.

Las fronteras son una cuestión clave a la hora de abordar el problema de la trata. El tráfico puede ser interno, dentro de un país, o cruzando al menos una frontera. Según los datos de Sácalos del mercado, el 70 por ciento de las víctimas son transfronterizas. El problema, además, es global: personas de hasta 152 nacionalidades han sido trasladadas forzosamente a 124 países.En la mayoría de regiones del planeta, Europa incluida, el tráfico es intrarregional, aunque con destacables diferencias entre unas y otras. Oriente Medio y el Norte de África, por el contrario, concentran un 65 por ciento de víctimas de trata procedentes de otro lugar del mundo.

¿Dónde están sus derechos?

Anuradha Koirala, fundadora de Maiti Nepal, quiere preguntarle al mundo a través de esta campaña por la infancia perdida de estas víctimas. Es mayor, pero no lo suficiente para dejar la lucha incansable por sus derechos como niños, sus derechos como mujeres. Sus derechoscomo personas, en definitiva. «¿Dónde están sus derechos?», pregunta alzando la voz. «¿Solo habláis o vais a actuar?».